Probablemente nunca un récord se consiguió de manera más cómoda en su culminación. Fue un partido plácido para el Barcelona que siempre supo llevar el timón del partido y que solo perdió el rumbo en el último cuarto de hora de la primera parte cuando se lesionó Messi. La influencia del argentino en el juego es tan brutal, que no influye únicamente en el mismo cuando está en el campo, sino que parece que cuando él estornuda, se constipa todo el equipo.
Cuando Messi abandonó el terreno de juego con cara de dolor y la mano en la parte posterior de su pierna derecha, el Barça perdió el norte. También lo perdió desde la banda Neymar, que daba por supuesto que iba a ser él, por un orden sucesorio irrebatible en cuanto a la calidad, el que iba a entra en el equipo. Pero de nuevo Martino dejó claro que es un tipo con personalidad. Prefirió mantener el dibujo que hacer gestos de cara a la galería y fue Xavi el que saltó al campo, situándose Fàbregas como falso delantero centro en la posición que hasta el momento ocupaba Leo Messi.
Neymar, que no jugó ni un minuto se pasó gran parte de la segunda parte calentando con una cara de calentón que tiraba para atrás. No obstante, a falta de saber el alcance de la lesión de Messi, todo apunta a que el brasileño deberá de tomar la responsabilidad del juego de ataque del Barcelona, como mínimo el próximo martes en Glasgow, y que Martino no quería correr más riesgos.
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