El derechista Juan Orlando Hernández consolidó el lunes su ventaja en las presidenciales de Honduras, considerada “irreversible” por el tribunal electoral, mientras la izquierdista Xiomara Castro alegó fraude y sus seguidores protestaron en las calles.
Hernández, del gobernante Partido Nacional (PN), acumula un 34% de los votos contra 29% de Castro, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, según el último informe del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con 67% de las mesas escrutadas.
“El resultado es contundente. Las cifras que hemos dado reflejan una tendencia que es irreversible”, anunció el presidente del TSE, David Matamoros, quien sin embargo aclaró que no estaba proclamando un ganador.
Por su parte, la izquierda acusa al TSE de “manipulación” en favor de Hernández. “No aceptamos los resultados”, sentenció Zelaya, en rueda de prensa, con cientos de seguidores de su partido Libertad y Refundación (Libre), vestidos de rojo y negro, que gritaban: “Se oye, se siente Xiomara presidente”.
Aunque el TSE aún no proclamó ganador, Hernández, abogado de 45 años, se declaró triunfador la noche del domingo y este lunes nombró una comisión para preparar el traspaso de poderes, en enero próximo.
“Ya el pueblo eligió, ahora a trabajar”, afirmó en conferencia de prensa el también presidente del Congreso, quien convocó a Castro a trabajar por un “gran pacto nacional” contra la inseguridad y la pobreza que agobian al país.
Los reconocimientos a Hernández empezaron a llegar desde Colombia, Guatemala, Panamá, Costa Rica y Nicaragua, pese a su gobierno de izquierda. Estados Unidos destacó que la elección fue “en general transparente”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Washington de intervenir en los comicios con programas de conciencia cívica: “¡Yankees go home de Honduras, ya basta!”, dijo.
“A las calles”
Ninguno de los simpatizantes de los dos candidatos se atrevieron a salir a celebrar pese al feriado, pero cientos de seguidores de Castro y Zelaya protestaron frente al TSE y en otros puntos de la capital, hasta caer la noche, vigilados por policías y militares.
“Estamos indignados, defraudados. Fuimos a votar con la esperanza de un cambio y lo que ocurrió fue un fraude”, declaró a la AFP Daniela Barahona, una joven que llevaba una bandera roja, de Libre.
Fuertemente armados, los soldados y agentes mantienen vigilada la Casa Presidencial, la Fiscalía, el TSE, hoteles y otros lugares estratégicos de la capital.
Zelaya, derrocado por una alianza cívico-militar de derecha en junio de 2009, advirtió que como las protestas contra el golpe de Estado, los seguidores de Castro van a defender “la victoria que obtuvimos en las urnas”.
“Si es necesario iremos a las calles (…). No queremos ninguna negociación”, agregó Zelaya, en nombre de la exprimera dama, de 54 años, quien no aparece en público desde que la noche del domingo se autoproclamó presidenta.
Libre sostiene que hubo “inconsistencias” en 20% de las actas electorales (unos 400.000 votos). “Muéstrennos urna por urna, acta por acta, pueblo por pueblo”, retó Zelaya.
Hernández sugirió a quienes “tengan dudas” acudir al TSE. “El triunfo es el resultado de lo que el pueblo hondureño decidió en las urnas no se negocia con nadie”, expresó.
Ante las tensiones, el presidente Porfirio Lobo llamó a “evitar confrontaciones”.
¡A concertar!
El nuevo gobierno deberá asumir un país con el récord mundial de homicidios, 85,5 por cada 100.000 habitantes, y una pobreza del 71% de sus 8,5 millones de habitantes, una economía calamitosa, con un déficit fiscal del 6%.
Hernández prometió “mano dura” contra el crimen organizado con una fuerza de 5.000 policías militares. “Voy a hacer todo lo que tenga que hacer para recuperar la paz del pueblo hondureño”, insistió.
Además promete crear miles de empleos en maquilas, cultivos de palma africana y granos básicos. “Vamos a volver a ser el granero de Centroamérica”, dijo.
“Está obligado a concertar con Libre y los otros partidos para sacar adelante tanta tarea, tanto problema”, afirmó el analista Raúl Pineda.
Honduras eligió además para cuatro años a 128 diputados y 298 alcaldes, de nueve partidos. Aunque no hay reportes de la conformación del Congreso, el analista Matías Funes dijo a AFP que será “muy heterogéneo, lo que obligará a alianzas”.
“Poniendo como objetivos los grandes intereses de Honduras es facilito ponerse de acuerdo”, expresó Hernández, ante el nuevo ajedrez político.
Según el TSE, el Partido Liberal (PL, derecha), que ha compartido con el PN el poder en Honduras desde hace un siglo, acumula un 20,7% de votos y el Partido Anticorrupción (PAC, centroderecha) 15,6%.
“Hay un sector importante de la población, de excluidos, que rechaza el sistema que ha prevalecido y hay que ponerle atención. Tiene que haber diálogo”, agregó el analista Carlos Montoya. Estas elecciones marcaron un récord de asistencia del 61% de los electores.
AFP
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