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| Residencia del embajador alemán en Atenas |
EFE
Varios desconocidos efectuaron hoy numerosos disparos al aire ante la residencia del embajador alemán en Atenas, sin que se registraran víctimas, informó la Policía.
Según informaciones de la Policía, el ataque se produjo en torno a las 03.30 de la madrugada (01.30 GMT) en el patio exterior de la residencia, situada en el barrio de Jalandri.
En la caseta de vigilancia a la entrada del edificio se encontraba un guardia de seguridad que pudo observar los hechos aunque no tuvo tiempo de reaccionar.
De acuerdo a sus declaraciones, los autores, presumiblemente cuatro, no dispararon contra él sino únicamente contra la pared exterior del inmueble y al aire.
En total se han hallado hasta ahora 60 casquillos de bala, presumiblemente procedente de dos fusiles kaláshnikov.
Un portavoz policial indicó a Efe que por ahora se desconoce si las armas fueron utilizadas en otros "ataques terroristas".
La citada fuente señaló que se han practicado varias detenciones, pero no pudo confirmar informaciones de los medios locales, según las que en el ataque estuvieron involucradas cuatro personas y hubo tres arrestos.
La Policía ha tomado declaración a seis testigos, sin que haya por ahora alguna información relevante.
El ataque recuerda, según señaló la Policía, a otros de características similares perpetrados a lo largo de este año, como el ocurrido el 14 de enero, cuando varios individuos dispararon con kaláshnikov contra el despacho del primer ministro, Andonis Samarás, en la sede de su partido, Nueva Democracia, en Atenas.
El atentado fue posteriormente reivindicado por una organización hasta entonces desconocida que se hizo llamar Grupo de la Lucha Popular.
Similar fueron las características de un ataque perpetrado poco antes contra una comisaría en el barrio ateniense de Ayía Paraskeví, en el que se efectuaron un centenar de disparos, igualmente sin víctimas, y de cuya autoría se responsabilizó un grupo denominado "ARMAS".
Inmediatamente tras el suceso de hoy, el embajador, Wolfgang Dold, se puso en contacto con el primer ministro, Andonis Samarás, y el ministro de Orden Público, Nikos Dendias.
Dold agradeció la buena labor policial, y afirmó que el ataque no empañará las "excelentes relaciones" entre ambos países.
Samarás habló además por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, y en declaraciones posteriores a la prensa, el primer ministro afirmó que el objetivo de los atacantes, a quienes "lo que menos les importa es Grecia", es desestabilizar el país, crear "un clima de inseguridad y golpear la presidencia griega de la Unión Europea".
En términos similares se expresó en un comunicado el viceprimer ministro y titular de Exteriores, Evángelos Venizelos, quien además de ponerse en contacto con el embajador, habló también con su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Venizelos manifestó su repulsa sobre un "acto terrorista cobarde", "cuyo único objetivo es dañar la imagen de Grecia en el extranjero, cuando faltan pocos días para que este país asuma la presidencia de la Unión Europea".
En la caseta de vigilancia a la entrada del edificio se encontraba un guardia de seguridad que pudo observar los hechos aunque no tuvo tiempo de reaccionar.
De acuerdo a sus declaraciones, los autores, presumiblemente cuatro, no dispararon contra él sino únicamente contra la pared exterior del inmueble y al aire.
En total se han hallado hasta ahora 60 casquillos de bala, presumiblemente procedente de dos fusiles kaláshnikov.
Un portavoz policial indicó a Efe que por ahora se desconoce si las armas fueron utilizadas en otros "ataques terroristas".
La citada fuente señaló que se han practicado varias detenciones, pero no pudo confirmar informaciones de los medios locales, según las que en el ataque estuvieron involucradas cuatro personas y hubo tres arrestos.
La Policía ha tomado declaración a seis testigos, sin que haya por ahora alguna información relevante.
El ataque recuerda, según señaló la Policía, a otros de características similares perpetrados a lo largo de este año, como el ocurrido el 14 de enero, cuando varios individuos dispararon con kaláshnikov contra el despacho del primer ministro, Andonis Samarás, en la sede de su partido, Nueva Democracia, en Atenas.
El atentado fue posteriormente reivindicado por una organización hasta entonces desconocida que se hizo llamar Grupo de la Lucha Popular.
Similar fueron las características de un ataque perpetrado poco antes contra una comisaría en el barrio ateniense de Ayía Paraskeví, en el que se efectuaron un centenar de disparos, igualmente sin víctimas, y de cuya autoría se responsabilizó un grupo denominado "ARMAS".
Inmediatamente tras el suceso de hoy, el embajador, Wolfgang Dold, se puso en contacto con el primer ministro, Andonis Samarás, y el ministro de Orden Público, Nikos Dendias.
Dold agradeció la buena labor policial, y afirmó que el ataque no empañará las "excelentes relaciones" entre ambos países.
Samarás habló además por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, y en declaraciones posteriores a la prensa, el primer ministro afirmó que el objetivo de los atacantes, a quienes "lo que menos les importa es Grecia", es desestabilizar el país, crear "un clima de inseguridad y golpear la presidencia griega de la Unión Europea".
En términos similares se expresó en un comunicado el viceprimer ministro y titular de Exteriores, Evángelos Venizelos, quien además de ponerse en contacto con el embajador, habló también con su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Venizelos manifestó su repulsa sobre un "acto terrorista cobarde", "cuyo único objetivo es dañar la imagen de Grecia en el extranjero, cuando faltan pocos días para que este país asuma la presidencia de la Unión Europea".
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