La Asamblea General de las Naciones Unidas rindió homenaje póstumo a Nelson Mandela, a quien el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, definió como "el mayor embajador de la dignidad humana" y como una personalidad "de una grandeza épica".
En un encuentro especial para honrar la vida y la memoria del premio Nobel de la Paz, expresidente de Sudáfrica y artífice del fin de la política segregacionista del apartheid, Ban recordó que Madiba, como se le conocía de manera cariñosa, "a través de una vida extraordinaria, nos enseñó que la tiranía y la opresión no tienen la última palabra".
La Asamblea General mostró su compromiso con la comunidad sudafricana en particular y con la lucha por la paz y contra la discriminación en general para honrar a Nelson Mandela. "Él vivirá allá donde alguien luche por los derechos humanos o que luche por la reconciliación", aseguró el secretario general de la ONU.
Nelson Mandela, fallecido el pasado 5 de diciembre a los 95 años, fue honrado en Johannesburgo por "reyes, reinas, presidentes, primeros ministros y ministros de exteriores de todo el mundo", en un día "en el que llovió y luego escampó y apareció el arco iris. Eso nos recordó que no hay arco iris sin lluvia", recordó Ban, de manera que "toda una nación de luto fue en realidad una celebración del triunfo de la vida".
"De su humanidad vino la humildad, de la humildad vino la fuerza, de la fuerza vino la transformación (...) Perdonó lo que parecía imperdonable", dijo refiriéndose a sus 27 años de prisión. "Y aunque no pudo de ver a sus hijos crecer, fue padre de su país y una inspiración para todos nosotros", prosiguió el secretario general de la ONU.
Asimismo, destacó la relación de Mandela con la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que acudió "una y otra vez como presidente de su país, como pacificador mundial y como voz moral trascendente".
Y, finalmente, aseguró que la Asamblea General recurrirá a "todas las sanciones, embargos o bloqueos diplomáticos" para evitar que el legado de Madiba sea traicionado.
En el acto de homenaje a la memoria de Nelson Mandela estuvieron también presentes el presidente de la Asamblea General, John W. Ashe; el representante permanente en la Misión de Sudáfrica en la ONU, Kingsley Mamabolo; el exalcalde de Nueva York David Dinkins y el arzobispo Desmond Tutu.
La Asamblea General mostró su compromiso con la comunidad sudafricana en particular y con la lucha por la paz y contra la discriminación en general para honrar a Nelson Mandela. "Él vivirá allá donde alguien luche por los derechos humanos o que luche por la reconciliación", aseguró el secretario general de la ONU.
Nelson Mandela, fallecido el pasado 5 de diciembre a los 95 años, fue honrado en Johannesburgo por "reyes, reinas, presidentes, primeros ministros y ministros de exteriores de todo el mundo", en un día "en el que llovió y luego escampó y apareció el arco iris. Eso nos recordó que no hay arco iris sin lluvia", recordó Ban, de manera que "toda una nación de luto fue en realidad una celebración del triunfo de la vida".
"De su humanidad vino la humildad, de la humildad vino la fuerza, de la fuerza vino la transformación (...) Perdonó lo que parecía imperdonable", dijo refiriéndose a sus 27 años de prisión. "Y aunque no pudo de ver a sus hijos crecer, fue padre de su país y una inspiración para todos nosotros", prosiguió el secretario general de la ONU.
Asimismo, destacó la relación de Mandela con la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que acudió "una y otra vez como presidente de su país, como pacificador mundial y como voz moral trascendente".
Y, finalmente, aseguró que la Asamblea General recurrirá a "todas las sanciones, embargos o bloqueos diplomáticos" para evitar que el legado de Madiba sea traicionado.
En el acto de homenaje a la memoria de Nelson Mandela estuvieron también presentes el presidente de la Asamblea General, John W. Ashe; el representante permanente en la Misión de Sudáfrica en la ONU, Kingsley Mamabolo; el exalcalde de Nueva York David Dinkins y el arzobispo Desmond Tutu.
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