Las protestas se han venido generando desde hace varias semanas (Reuters) |
El presidente ucraniano acepta la dimisión del primer ministro y todo su gabinete el mismo día en que la Rada deroga la legislación que reavivó el incendio de las protestas (Reuters) |
El presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, en el centro, se reúne con el hoy dimitido primer ministro, Mykola Azarov, a su izquierda,y el viceprimer ministro, Serhiy Arbuzov, el pasado 21 de enero en el Palacio Presidencial de Kiev
Nikolái Azárov, primer ministro de Ucrania desde marzo de 2010, presentó este martes su dimisión para, según el comunicado que aparece en la página web del Ejecutivo, «posibilitar un acuerdo político y social que contribuya a una salida pacífica» de la actual crisis. Un cambio de gobierno era una de las exigencias planteadas por la oposición y los manifestantes congregados en la plaza de la Independencia de Kiev (Maidán). Con Azarov, han hecho efectiva su renuncia también todos los ministros del Gobierno, una renuncia que el presidente Víctor Yanukóvich ha aceptado.
«Hemos intentado por todos los medios evitar el derramamiento de sangre»
«En esta situación de confrontación, el Gobierno ha hecho todo lo posible para lograr una solución pacífica al conflicto. Hemos intentado por todos los medios evitar el derramamiento de sangre, una escalada de la violencia y la violación de los derechos civiles», sostiene Azárov en su misiva, en cuyo texto lamenta haber tenido que garantizar el funcionamiento de la economía y el sistema de seguridad del país «en condiciones extremas». El ya ex jefe del Gobierno ucraniano hace además un llamamiento a «preservar la unidad y la integridad de Ucrania».
El Gabinete de Azárov decidió el pasado 21 de noviembre rechazar en el último momento la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, provocando el inicio de una protesta que se prolonga todavía hoy. Aunque la responsabilidad de tal decisión recae fundamentalmente sobre el presidente Víctor Yanukóvich.
La dimisión de Azárov llegó poco antes de que la Rada, Parlamento unicameral del país, reunida en sesión extraordinaria para abordar la crisis que lo tiene atenazado desde el comienzo de la revuelta, aprobara la derogación de las «leyes dictatoriales» adoptadas el pasado día 16. La aparición de esta normativa fue lo que causó el actual recrudecimiento de los enfrentamientos entre manifestantes y policías. Tras la caída del primer ministro de Azárov, la Rada deberá también abordar la formación de un nuevo Gabinete.
La amnistía y la derogación de las leyes «represivas» son puntos acordados en la cuarta reunión que mantuvieron ayer lunes Yanukóvich y los tres líderes de la revuelta: Vitali Klichkó (UDAR). Arseni Yatseniuk (Batkívshina) y Oleg Tiagnibok (Svoboda). Quedan como escollos pendientes la promulgación de una amnistía que beneficie a los cientos de detenidos en las protestas, pero el Ejecutivo ha condicionado esta medida de gracia a que los manifestantes desalojen los edificios oficiales ocupados, desmantelen las barricadas y se vayan a casa.
Aunque esta pasada noche discurrió de forma tranquila, la Policía ha colocado bloques de hormigón para bloquear las calles que dan acceso a las sedes del Gobierno y el Parlamento. El número de agentes en el llamado «barrio gubernamental» es visiblemente superior al de días anteriores.
En cualquier caso, la demanda principal de la oposición y los participantes en la protesta del Maidán sigue siendo la convocatoria anticipada de elecciones legislativas y presidenciales y, de momento, no ha sido satisfecha. Esta tarde llega a Kiev la jefa de la Diplomacia de la UE, Catherine Ashton, para intensificar los esfuerzos de mediación.
RAFAEL M. MAÑUECO / ENVIADO ESPECIAL A KIEV (ABC-ESPAÑA)
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