Neymar Jr. estára de tres a cuatro semanas de baja por un esguince en los "tendones peroneos de su tobillo derecho". Así lo han determinado las pruebas a las que ha sido sometido el delantero brasileño del Barcelona tras lesionarse ayer durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Getafe (0-2). Según el cálculo inicial, el brasileño podría llegar a tiempo para el enfrentarse al Manchester City en el partido de ida de los octavos de la Liga de Campeones que se disputará el 18 de febrero en el Etihad Stadium.
Neymar hizo una de sus populares bicicletas, pisó la línea de fondo y se le clavó el pie derecho en el suelo al tiempo que la rodilla seguía su propio camino, opuesto al del tobillo. Neymar mordió las briznas de césped en lo que fue un incuestionable gesto de dolor y alzó de inmediato el brazo para solicitar las asistencias médicas. Era el minuto 27 del encuentro y algo se le había descolocado, pero ni siquiera las imágenes aclaraban qué. Una señal reveladora, sin embargo, pudo ser Messi, que se acercó para ver cómo estaba y, tras unas pocas palabras y revolverle el pelo afectuosamente, se marchó sin alarmar al banquillo. Le revisó después las articulaciones el médico azulgrana, Ricard Pruna, por lo que Neymar trató de alzarse, de dar un simple paso. Pero le fue imposible y se venció sobre el suelo a plomo. Se exigió entonces el cambio del extremo a la vez que el 11 desfilaba hacia el túnel de vestuarios, ayudado por los galenos, sin apoyar el pie y con el gesto tan dolorido como contrariado
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